La Administración de Lotería no ha salido indemne de la crisis causada por el COVID-19. La crisis de consumo del 2020, causada por la pandemia, ha pegado de lleno en los puntos de venta de Lotería. Fuentes del sector estiman que el Estado dejará de percibir este año entre un 30 y un 40% de la recaudación, lo que supone alrededor de 1.200 millones de euros. Y detrás de esas cifras, se esconde la realidad de cada Administración de Lotería, cada punto de venta, sea integral o mixto.
El primer causante de estas pérdidas fue el cese de sorteos de Loterías y Apuestas del Estado de marzo a mayo por las medidas de confinamiento impuestas a nivel estatal. A esto hay que sumar el cierre de multitud de empresas, así como el recorte de gastos en otros.
Ambas circunstancias ha conllevado una importante merma en la compra de participaciones para sorteos como el de Navidad para repartir entre empleados, o como obsequio a los clientes. Asimismo, la entrada de miles de personas en el paro a causa de estos cierres y el descenso del poder adquisitivo de muchas otras han tenido también su repercusión en la venta de un producto no esencial como es la Lotería.
Otra de las causas en el descenso de ventas han sido las restricciones de movilidad, que han hecho mella en la venta de Lotería en zonas turísticas, puntos de venta donde tradicionalmente aumentaban los ingresos en verano. Esas mismas restricciones han repercutido en las ventas de Administraciones de Lotería de determinados municipios, que al estar confinados temporalmente no han podido vender Lotería a clientes de otras localidades.
Finalmente, la incertidumbre y las medidas higiénico-sanitarias han incidido en un descenso muy importante en la petición de participaciones de Lotería de Navidad para peñas, asociaciones, empresas y organizaciones en general.
Pero no todo está perdido. Aún quedan 20 días para el tradicional Sorteo de Navidad, y 1 mes para el Sorteo del Niño. Además, en toda crisis surgen oportunidades y de todo pueden extraerse lecciones.
(Continuará)